Qué ver en Ainsa: en la torre de la iglesia

Como buena obra de arte del románico la iglesia de Ainsa lo más sobresaliente de esta construcción es su sobriedad y sencillez. Construida entre finales del siglo XI y la segunda mitad del siglo XII, gracias a su situación estratégica y su altura, la torre de la iglesia tuvo doble función: religiosa y militar. Está considerado uno de los templos más sobresalientes del Sobrarbe. 


Iglesia de Ainsa | 20120728

La iglesia de Santa María de Ainsa destaca entre los pequeños edificios de piedra del pueblo. La torre de gran altura sobresale entre los tejados, ya que esta torre tenía la función de, aparte de avisar al pueblo de las horas de las liturgias, defender de posibles ataques. La arquitectura religiosa-militar es abundante en el Sobrarbe. Desde lo alto de la torre de Ainsa se puede ver todo el pueblo y gran parte del Sobrarbe. 

Iglesia Santa Maria de Ainsa

Parte del abside y torre de la iglesia de Ainsa | 20160822

La portada principal de la iglesia es otro de los elementos a destacar de la iglesia de Ainsa. Cuando caminas por la calle Santa Cruz, al final, en lo alto, es lo primero que atrae la mirada. Una sencilla portada con cuatro arquivoltas sobre columnillas. Encima del arco, un pequeño hay un crismón.

Portada principal de la iglesia

Calle Santa Cruz de Ainsa. Al fondo la iglesia de Santa Maria | 20160822

La entrada a la iglesia está en un pequeño porche en el lateral izquierdo del edificio. El claustro se construyó aprovechando es espacio disponible y es por eso que tiene una forma muy original. Gracias a las diferentes obras y restauraciones que se han hecho en esta iglesia durante siglos, el claustro está compuesto por elementos de diferentes estilos y épocas. La última restauración se hizo en los años 1970. 


Detalles en el claustro de la iglesia de Ainsa | 20160822

Una pequeña apertura en la parte trasera de la pared de la iglesia, en una pequeña plaza, da la entrada a la Torre de la iglesia de Ainsa. La apertura es un pequeño aviso de como será el ascenso a lo alto de la torre. Después de subir unas escaleras hay una pequeña sala y la 'taquilla', un señor en una mesa que cobra las entradas. El precio de la entrada es de un euro. 

La torre desde la parte trasera | 20160822

Después entras en otra pequeña sala en la que ya se ven las primeras escales estrechas por las que hay que subir. Estas pequeñas salas están muy bien para esperar a que la escalera quede libre, ya que es imposible que entren dos personas juntas a la vez. Hay que ir de uno en uno y despacio. Por eso, en esta sala esperas a ver si hay alguien que en ese momento este bajando las escaleras. Si están libres es el momento de empezar la aventura. 

Las escaleras, como decía, son muy estrechas, pero mucho. En algunos puntos, además, el techo es muy bajo y hay que ir un poco agachado. En algunas zonas puede dar sensación de agobio pero lo mejor es no pensar y seguir subiendo, ya que en diferentes alturas hay salas en las que estirar un poco el cuerpo y para ver si alguien en ese momento está bajando. Es una experiencia única que recomiendo cien por cien. Fue agobiante y divertido a la vez, no se, difícil de describir. El tener que avisar a la gente de que no empiecen a bajar que hay gente subiendo, mirar por el 'agujero' para ver si en ese momento hay alguien... Fue muy curioso. 

Escaleras para subir a la torre | 20160822

La torre está compuesta por cuatro plantas, las dos primeras plantas son las salas que antes he comentado como descansos entre las estrechas escaleras. Estas primeras plantas eran observatorios construidos para defender. 

En la tercera planta esta el campanario; la planta donde están las campanas. Los arcos en los que están las campanas ofrecen unas maravillosas vistas del pueblo y sus curiosos tejados de pizarra, la Plaza Mayor en totalidad y el Castillo-Fortaleza

El claustro desde el campanario desde donde se veía su peculiar forma

Campanario de la iglesia de Ainsa

Plaza Mayor desde la torre de la iglesia

El Castillo desde la torre de la iglesia | 20160822

También se la panorámica del Sobrarbe, Peña Montañesa y Pirineos. Está prohibido tocar las campanas y están automatizadas así que cada cierto tiempo empiezan a sonar. En la sala hay unas escaleras de metal que supuestamente estaban cerradas pero que nosotros subimos. 

La Peña Montañesa desde la torre

Los Pirineos desde la torre | 20160822

Faltaba la última sala por ver, la auténtica sala noble de la torre. Desde el exterior los arcos de las aperturas de esta planta recuerdan a la portada. Desde el interior dos columnillas sujetan el arco. La sencilla bóveda completa el lugar. 




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