El Castillo de Loarre

Desde su colina a 1.071 metro de altura el Castillo de Loarre controlaba toda la llanura de la Hoz de Huesca. Construido en el siglo XI bajo el mandato del Rey Sancho III el Mayor de Pamplona, hoy en día es una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa. Y su visita merece mucho la pena. 

Fue palacio real, después monasterio y ahora, gracias a su conservación y su espectacularidad, ha sido escenario en varias película, entre otras, El reino de los cielos de Ridley Scot y más recientemente Irati de Paul Urkijo. 

Un poco de historia        

El Castillo de Loarre es una joya arquitectónica civil y militar románica, . Fue construido entre los años 1033 y 1035 por orden del rey Sancho Garcés III de Pamplona como defensa fronteriza de Navarra, debido a su situación estratégica de los pasos de Arguis, con vistas a la llanura de la Hoz de Huesca, y en la entrada a los Pirineos. De esta época data el edificio real, la capilla, el torreón de la Reina, el patio de armas, las estancias militares y de servicio y la torre del homenaje. 

A finales del siglo XI la fortaleza fue ampliado por Sancho Ramírez, nieto de Sancho III, en el que funda el monasterio de canónigos de San Agustín. Pedro I de Aragón, hijo de Sancho Ramírez, cambia la congregación al castillo de Montearagón y Loarre pierde el carácter monasterial. Además, con el desalojo de los musulmanes de la Hoya de Hueca también pierde su carácter militar, perdiendo también relevancia. Así pues, durante siglos siglos pasó de familia en familia y de mano en mano. En el siglo XV la población que vivía a los pies del castillo traslada la población a la actual villa de Loarre reutilizando los materiales de la fortaleza. 

Vistas de la Hoya de Huesca desde el castillo

Así pues, el castillo de Loarre fue un edificio civil, militar y religioso, y hoy en día está considerado una de las fortalezas románicas mejor conservadas de Europa. En 1906 fue declarado monumento nacional y tiene el título de Bien de Interés Cultural. 

La visita             

Se puede hacer la visita por libre o con visita guiada. En nuestro caso la hicimos por libre y nos costó 6 euros. La visita guiada son 8 euros. Para la visita hay que descargarse una audioguía con la que mediante los números que hay repartidos en las diferentes estancias del castillo, se explica su historia y utilidad. Una de las imágenes más bonitas del castillo es en el recorrido que hay desde el centro de visitantes hasta la puerta de acceso en las muralla. 

Esta visita se realizó el 16 de agosto de 2023. 

La muralla                 


Para acceder al castillo, primero hay que entrar por la puerta de la muralla. La muralla fue construida en 1287 y cuenta once torreones semicirculares, excepto el torreón de la entrada conocido como la Puerta de los reyes.




Torre de Vigía                

Entre la muralla y el castillo está la Torre Albarrana o Torre del vigía. Es una torre cuadrangular de tres pisos, y en su momento estaría unida al edificio del castillo mediante y puente. 


Puerta                

La puerta de entrada es románica y el arco central descansa en dos columnas. Entre los adornos se pueden ver tres monos: uno tiene las manos en la boca, el otro en los ojos y el último en las orejas, y según cuentan es porque de la fortaleza de Loarre no salía nada. 

Toda la visita merece muchísimo la pena, pero una de las cosas que más me llamó la atención fueron las enormes escaleras que hay nada más entrar al edificio. A los lados de esta escalera hay dos espacios, uno era el cuerpo de guardia y el otro es la Cripta de Santa Quiteria.

Castillo y abadía                  

En la parte derecha del castillo está la zona de los canónicos y nobles que habitaron el castillo así como el calabozo que sirvió también de almacén y la sala de armas. 




En esta zona también está la iglesia de San Pedro, de estilo románica de una sola nave y ábside semicircular. Llama la atención la cúpula de 26 metros de altura. La iglesia está justo encima de la Cripta de Santa Quiteria. 


En la zona de arriba, en peor estado de conservación, está la zona del castillo original y más militar: el patio de armas, la iglesia de Santa María, el aljibe y las torres de la reina y del homenaje con 22 metros de altura y cinco plantas. 










La visita: Prácticamente todas las estancias se pueden visitar y además se hacen de forma ordenada, como ya he comentado, siguiendo un recorrido de números. Esto es solo un pequeñísimo resumen de la visita que merece cada uno de los euros que pagas por ella; barata me parece. La visita fue de un poco más de una hora y el horario es de 11:00 a 17:30. Nosotros fuimos hacia el mediodía en agosto y no había mucha gente. Las visitas guiadas también duran aproximadamente una hora y hay desde las 11:00 cada hora y media. 

Como llegar al Castillo de Loarre: Para llegar al castillo de Loarre hay que ir hasta Loarre por la A-132. Nada más llegar a la zona del castillo hay un aparcamiento bastante grande, gratis, y cerca de este está el centro de visitantes con la taquilla, tienda y un bar-restaurante (bastante barato teniendo en cuenta donde está, con vistas al castillo). Una vez compras las entradas, hay que andar uno pocos metros para acceder al castillo; en este paseo hacia el castillo se pueden ver una de las imágenes más bonitas del mismo. 


Qué hacer cerca del Castillo de Loarre




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