Las tres ermitas de Tella

Tres ermitas enclavadas en un entorno de ensueño y mágico. Esta zona del Pirineo Aragonés cuenta con una gran tradición relacionada con la brujería. Es por ello que quizás las tres ermitas de la ruta se construyeran formando un anillo protector y se consagraran.  dicen que las tres ermitas de Tella, aunque llegaron a ser siete las iglesias que se construyeron en este pequeño pueblo, forman una anillo de protección. Sea como fuere, hoy en día se pueden visitar en un sencillo paseo las ermitas de San Juan y Pablo, Nuestra Señora de Fajanillas y Virgen de la Peña.


Ermita de San Juan y San Pablo, la vista más espectacular de la ruta | 20190820

Tella es un de los pueblos más pintorescos del Pirineo; un pequeño pueblo de alta montaña que está a 1380 metros de altitud. El pueblo está articulado alrededor de una calle principal orientada hacia el sur, y hacia el norte la montaña lo protege del frío. Sus casas son de tipología pirenaica: piedras, tejados de los, pocas ventanas y chimeneas altas. Además, en muchas de estas chimeneas y en ventanas se pueden ver pequeñas estatuas o esculturas con forma de animales; son las espanta brujas.

Tella 

Fuente en Tella | 20190820


La ruta de las tres ermitas de Tella nos descubre tres joyas del patrimonio arquitectónico de esta parte del Pirineo a las puertas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La ruta comienza en la entrada de Tella, al lado de la iglesia de San Martín del siglo XVI. En este camino rodearemos la Peña Cazcarra y el Puntal de San Pablo.

Iglesia de Tella al comienzo de la ruta | 20190820
Poco después de comenzar la ruta nos adentramos en un sendero rodeado de vegetación.


Vistas desde el camino | 20190820

A los 15 minutos de andar por el bosque se abre una explanada y aparece la primera ermita de la ruta, y, en mi opinión, la más impresionante por su ubicación al reguardo de la Peña de San Juan o el Puntón de las brujas: la ermita de San Juan y San Pablo. Según cuentan esta peña servía para realizar ritos paganos y akelarres. Es, como decía, una estampa preciosa y la más fotografiada de la ruta. Detrás de la ermita y el peñón, además, componen la imagen el Cañón del Añisclo. Realmente impresionante.

Ermita de San Juan y San Pablo bajo la Peña de San Juan desde abajo

Ermita de San Juan y San Pablo bajo la Peña de San Juan desde el mirador de la ermita


Vistas desde le ermita de San Juan y San Pablo | 20190820

La ermita de los Santos Juan y Pablo es una de las iglesias más antiguas del románico en Aragón; lo que la convierte en una de las únicas muestras del primer románico autóctono de los valles pirenaicos. Data del siglo XI y es la más antigua documentada del Sobrarbe.

Ermita de San Juan o San Pablo

En verano las ermitas está abiertas al público y se puede acceder sin problema. La ermita de San Juan y Pablo, al igual que las otras dos, es sencilla, sin grandes ornamentas. La gente que realiza esta ruta y visita las ermitas deja cientos de mensajes en el altar. No se cuando se empezó esta curiosa tradición o si realmente viene de alguna leyenda, pero los altares estaban llenos de notas.

Después de admirar el entorno de la primera ermita seguimos el sendero señalizado, no tiene perdida, y vamos ganando altura hasta llegar a un cruce. A ambos lados del cruce está las otras dos ermitas.


Vistas desde el camino hacia las ermitas de la Virgen de Fajanillas y la Virgen de la Peña | 20190820

A la izquierda está la ermita de la Virgen de Fajanillas. En Aragón una faja o fajanilla es una zona estrecha de un terreno situado en una ladera que se ha ido ganando a la montaña, tal y como pasa con la ermita.

Ermita de la Virgen de Fajanillas | 20190820

La ermita de la Virgen de la Fajanillas es del siglo XVI y es la única de las tres que tiene campanario lo que significaría que se construyó en una época de bonanza económica. Esta ermita fue la iglesia de Tella antes de construirse la iglesia de San Martín en el núcleo urbano.

Ermita de la Virgen de las Fajanillas 


Vistas desde la ermita de la Virgen de las Fajanillas | 20190820

En frente de la ermita de la Virgen de la Fajanillas está la ermita de la Virgen de la Peña. A diferencia de las otras dos ermitas de la ruta la ermita de la Virgen de la Peña ha sido muy modificada a lo largo de los siglos, el origen de la estructura es románica y data del siglo XVI.

Ermita de la Virgen de la Peña en primer plano y la ermita de la Virgen de la Fajanillas en segundo plano 

Ermita de las Fajanillas desde la ermita de la Virgen de la Peña. A lo lejos Tella | 20190820

La ermita de la Virgen de la Peña está en un alto que se convierte en un perfecto mirador del entorno.



Como he comentado, la vuelta hacia a Tella se hace por el sendero que queda debajo de la ermita de la Virgen de Fajanillas. Es una ruta muy fácil de hacer.

La ruta termina calle arriba, en la iglesia, donde comienza | 20190820

Información práctica de la ruta de las ermitas

  • Dificultad: muy fácil.
  • Desnivel: 80 metros.
  • Distancia: 2,3 km.
  • Tiempo: 1 hora.
  • Circular.
  • Señalizado. 

El pueblo de las brujas         

Cartel informando sobre las leyendas de brujería de la zona en la ermita de la Virgen de Fajanillas | 20190820

Después de visitar la tercera ermita de la ruta es hora de volver al pueblo por la parte baja. Al poco de entrar en el pueblo nos encontramos con el museo-casa de las brujas. Según cuentan, esta zona estaba relacionada con la brujería y hechicería y en las casas tanto en las chimeneas como en las ventanas todavía se pueden ver elementos protectores como espantabrujas, símbolos, plantas y figuras de animales e incluso humanoides. Tal es la tradición que hay en Tella que un antiguo refrán dice: "Tella, Dios nos guarde de ella". Pero las brujas no se cortaban y debían contestar: "Ojalá tengas tan lejos los huesos de la carne como estés de ella".

Casa museo de las brujas de Tella | 20190820

En realidad, las brujas no eran más que mujeres sabías que conocían las leyes de la naturaleza así como el cuerpo humano, en especial, el femenino. Por ello mismo eran perseguidas; porque los poderes no podían concebir la idea de que unas mujeres (y algunos hombres) fueran más listos y tuvieran más poder que ellos. Ahí empezaron las leyendas de las malvadas brujas, viejas y feas que han llegado hasta hoy en día. Todo es una construcción intencionada de la iglesia católica. Esto no quita para que alguna de estas sabias mujeres no fuese mala, ojo. Pero, por lo general, eran mujeres que solo querían lo mejor para sus vecinas y vecinos. ¿Qué hacían akelarres y seguramente donde se dicen que se hacían? Sí. Pero en estos akelarres solo agradecían a la madre tierra todo lo que les brindaba.

Sea como fuere, dada la tradición hechicera existente en Tella han abierto un pequeño museo de las brujas en el que cuentan la historia de estas peculiares y singulares mujeres y la etnobotánica de la zona. Nosotros solo pudimos ver la parte baja en el que está recreada la cocina de una "bruja" con las plantas, la escoba, etc. En la parte superior debe haber un audiovisual en el que explican mejor toda la historia de la brujería en la zona. Pero como estaba próximo a cerrar no nos dejaron subir.

Recreación de herborista "bruja" en la casa museo de las brujas de Tella | 20190820


El dolmen de Tella          

Dolmen de Tella | 20190820

Aunque los primeros documentos en los que aparece Tella datan del siglo XIII, los orígenes se remontan a miles de años antes. A la entrada del pueblo está la prueba de ello: el dolmen de Tella. Es un pequeño dolmen de cámara rectangular con abertura hacia el sureste. Se compone de una losa en la parte de la cubierta y seis losas en forma vertical. Los estudios dicen que los dólmenes eran lugares de culto, así como lugares de enterramiento. Lo que está claro es que el misticismo en Tella no llegó con las brujas.

Dolmen de Tella | 20190820

Como llegar a Tella

La aventura comienza en este punto, ya que subir a casi 1400 metros no es sencillo. Desde Ainsa seguimos la carretera A-138 en dirección Francia. Dejamos atrás Escalona y justo después de Hospital de Tella, tomamos la desviación hacia la izquierda en dirección Tella. Después de hacer unos 6 kilómetros por una carretera estrecha y serpeante, dejamos el desvío que va hacia Revilla para continuar subiendo.

El dolmen está poco antes de llegar al pueblo. Existe un pequeño apartado donde dejar los coches. No tiene perdida.

Para dejar el coche en Tella también hay un aparcamiento en la misma entrada, junto al centro de Interpretación del muso del oso de las cavernas. Pero en temporada alta, y según pudimos ver nosotros, estaba hasta arriba y los lados de la carretera se convirtieron en improvisado parking. Es increíble lo mucho que está creciendo esta zona en los últimos años y a pesar de que es una buena noticia para la zona, también tiene su lado malo y es que estos pueblos son demasiado pequeños para acoger tanto coche. Es un problema con el que nos encontramos esta última vez que viajamos a los Pirineos y que otros años no habíamos tenido.

Qué hacer por esta zona del Pirineo Aragonés


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