Recuerdos de 2021

Este repaso del año 2021 podría haberse titulado Un año raro II tranquilamente, porque desde que en marzo de 2020 se proclamara la pandemia por el virus Covid-19 nada ha sido como antes. Tampoco sabemos con certeza si volverá a serlo o si quizás lo que hemos y estamos viviendo será a partir de ahora lo que llamemos normalidad. De todos modos, creo que es un sentimiento bastante compartido decir que el 2021 fue una m* de año. 

Pero ya está, ya se fue. Y en cuanto a viajes, a pesar de la desesperanza con la que empezamos el año, tampoco fue tan mal. Poco a poco fuimos viendo la luz y, en parte, las vacunas nos dejó volver a visitar lugares más allá de las fronteras de nuestros territorios. 

Mucho monte, pequeñas escapadas y visitas, Pirineos, dos grandes viajes y volver a volar.

Cierre perimetral: Navarra            

El año comenzó con lo que llamaron cierre perimetral para evitar expandir el virus. Así solo podíamos movernos, en mi caso, por Navarra; que ya era mucho teniendo en cuenta que durante meses estuvimos sin poder salir de nuestro pueblo. Buscando alternativas para escapadas, la primera de ellas fue a finales de enero: Otsagabia

Otsagabia siempre es un acierto solo por el encanto del pueblo, pero además está rodeado de pura naturaleza. Al ser enero hacía mal tiempo (lógico y normal), los días eran cortos (normal, también) y a causa de la pandemia estaban los bares cerrados y aunque había excursionistas, digamos que el ambiente era un poco sombrío. 

Puente medieval de Otsagabia

Cerca de allí está la Real Fábrica de armas de Orbaizeta, otro lugar que hacía tiempo quería conocer. 

Real Fábrica de armas de Orbaizeta

En vacaciones de primavera o Semana Santa y todavía con el cierre de fronteras, optamos por hacer pequeñas excursiones de día. Así fue como llegamos a Estella/Lizarra. Era una ciudad que llevaba bastante tiempo queriendo conocer y era como que nunca tenía la ocasión. Que mejor que no poder salir de Navarra para visitarla. 

Iglesia San Pedro de la Rua de Estella/Lizarra

Solsticio y apertura de fronteras            

¿Hay algo mejor que celebrar el solsticio de verano en un lugar sagrado? El dolmen de Sorginetxe en Arrizala, Araba, que traducido del euskera quiere decir casa de la bruja. También era un lugar que estaba entre mis visitables desde hace tiempo, pero nunca llegaba el momento. Hasta el atardecer del 20 de junio. 

Dolmen de Sorginetxe

Aprovechando que por mayo, por fin, abrieron las frontera, pero, por decir de alguna forma, no mucho, ya que seguían muchas de las medidas de seguridad y salud tomadas para hacer frente al coronavirus, durante el verano seguimos visitando aquellos lugares que siempre que pasábamos decíamos, "algún día nos tenemos que parar". Es el caso de la iglesia de Hermua y la de Galarreta, en Araba. La iglesia de Hermua llama la atención porque esta sola en medio del prado y es bastante voluminosa. La de Galarreta está en ruinas, aunque en algunos lados reconstruidas, y eso la hace especial o, por lo menos, llamativa. 

Iglesia de San Pedro de Hermua

Iglesia de Galarreta

Para el equinoccio de otoño escogimos otro dolmen de Araba, muy cerca del de Sorginetxe: el dolmen de Aizkomendi en Egilaz. 

Dolmen de Aizkomendi

Eunate, en Navarra, también es siempre una buena visita. 

Ermita de Eunate


Mucho monte          

Dentro de la lista de lugares a visitar también había unos cuantos que tienen que ver con el monte. No soy muy fan de la montaña y del senderismo, soy más urbanita, pero la verdad es que el monte también tiene su encanto. 

El 23 de abril, día de Sant Jordi y del libro, por fin llegué al Castillo de Irurita, en Urdiain. Supuestamente hace siglos en esta roca hubo un castillo de defensa del reino de Navarra. Ahora a penas se conservan estancias cavadas en la roca. Cerca del castillo está el ojo de la bruja o jentilen leihoa (la ventana de los gentiles); un gran agujero en la roca. 

Irurita

Ojo de la bruja

Urbasa se ha convertido en el lugar estrella del verano para huir del calor. Así conocimos el famoso bosque o hayedo encantado. Lo del nombre es producto del marketing. Si preguntáis a la gente de por allí, seguramente no sepan a que te refieres. 

Urbasa

Otra de las excursiones que se puede hacer en Urbasa es subir a Santa Marina e Hiru haitzak desde Bakaiku o Iturmendi. A causa de las redes sociales este lugar también se ha puesto de moda y este año había que hacer cola para hacerse una foto en los agujeros de la roca... 

Hiru haitzak 

Se puede decir que Urbasa es la continuación en Navarra de la sierra de Entzia en Araba. También hicimos varias visitas a este monte huyendo del calor. 

Entzia

En agosto no faltó la visita a Ainsa y los Pirineos de Huesca. Después de unas cuantas veces subiendo a los Llanos de Lalarri es la primera vez que había tantísima gente allí. Pero mucha. Parecía la ciudad en hora punta. Mirara donde mirara había gente. Por una parte es compresible ya que es una excursión fácil y se llega a un lugar bonito y especial. La primera vez que había que pagar por aparcar y el aparcamiento ocupaba el doble o triple que antes. Flipante.

Plaza Mayor de Aínsa 

Llanos de Lalarri

Buscando nuevas rutas de paseo llegamos a la sierra de Andia, dentro del parque natural de Urbasa y Andia, y aquí había un lugar que llevaba mucho tiempo queriendo conocer: Portupekoleze. Se trata de otra formación rocosa con arcos y cuevas. 

Portupekoleze en Andia

Aunque no se puede considerar monte porque subíamos en coche, tomar algo en San Miguel de Aralar y subir andando hasta la cima de Artxueta también ha sido un buen plan este año. 

Santuario San Miguel de Aralar
El monte Beriain (atrás) y el Santuario de San Miguel de Aralar (abajo) desde el pico de Artxueta

Quiero hacer especial mención al otoño de este año. No se si es que antes no me había fijado, pero los colores de este año me han tenido totalmente absorta en el monte y el bosque. 

Colores de otoño en Aralar

Playa              

Todos los años, en verano, vamos a Donostia a pasar el día a la playa. Este año no ha sido la excepción, pero este año solo ha sido una vez y en julio, ya que no se puede decir que haya sido un verano muy verano, y además agosto fue el mes de viajar. Esta fue mi única visita a la playa de este año. 

El Kursaal desde la playa de la Zurriola

La segunda visita del año a Donostia fue en diciembre. Llovió, para variar. Pero aprovechamos para hacer visita turística porque la mayoría de veces que vamos es para ir a la playa, así que aprovechando la visita, fuimos a la Concha, Parte Vieja, Puerto, Boulevard... 

La Kontxa

Barcelona        

Barcelona es una de mis ciudades favoritas. Me encanta ir a Barcelona y aunque había estado muchas veces, todas las visitas habían sido excursiones de día, prácticamente. Tenía muchas ganas de ir a Barcelona, de verdad. De estar allí unos días y exprimir la ciudad. De conocer las obras de Gaudí en su totalidad. Fueron de los mejores cuatro días del año. 

Plaça Catalunya

La verdad es que pensaba que era una muy buena época para visitar Barcelona ya que todavía había bastante medidas en marcha y las fronteras estatales estaban cerradas, es decir, no podía ir turismo internacional, así que esperaba algo como el año pasado: calles vacías, sin colas... La realidad fue que no había mucha gente, pero tampoco tan poca como me esperaba. Para mi había gente. No era exagerado ni masificado como creo que era antes de la pandemia, pero en algunos puntos si que llegaba a ser agobiante. Sin embargo, el comentario generalizado de las personas que trabajan de cara al público y en el sector del turismo decían que había poca gente... Cuestión de perspectiva. Es decir, me imaginaba que no iba a haber gente, y sí que había, pero no como antes de la pandemia. 

Tejado Casa Batlló 

Tejado Pedrera

La mayor ventaja de que no hubiese tanta gente: prácticamente cero colas para entrar en los lugares turísticos, además de que había que en la mayoría había que entrar con cita, es decir, a una hora determinada. Pero poder visitar estos lugares con menos gente... Pues está guay. Creo que no se puede decir nada en contra de que haya menos gente, la verdad. 

Park Güell

Dolomitas y canales           

Para terminar agosto y las vacaciones llegó el gran viaje del año: Italia. Y volver a volar. Este viaje fue un viaje de amigas y eso hace que si ya de por sí viajar es especial, este viaje lo fuera más. Porque la compañía muchas veces es parte importante del viaje. Así que gracias a que una amiga es de la zona de Trentino Alto, en Dolomitas, allá que nos fuimos a la aventura. Y la aventura cumplió porque tuvo de todo: nos estafaron con el coche de alquiler, senderismo en alta montaña, spa, Venecia... 

Dolomitas

Lago d'Armentoia en Dolomitas

Venecia. Otro de mis sueños viajeros pero de estos que tampoco tienes como mucho deseo porque dices, "algún día lo conoceré", pero no está entre los destinos preferidos. Pero que, por otra parte, veía las noticias y documentales diciendo que se estaba hundiendo y que poco a poco iba a desaparecer y pensaba que jamás lo conocería. Y de la forma más sencilla, sin quererlo, conocí Venecia. Todavía no me lo creo. Veo las fotos y digo: "He estado en Venecia". 

Venecia 

2022      

Dos mil veintidós es un año bonito, ¿no? Tengo la teoría de que los años pares son mejores que los impares, pero teniendo en cuenta el 2020 diría que hasta entonces ha sido siempre casualidad. A pesar de la última ola de contagios y con la vacuna parece ser que la cosa solo puede ir a mejor. 

Aunque de forma diferente estamos volviendo a vivir experiencias que casi teníamos olvidadas como fiestas, viajes, reuniones... Y posiblemente tendremos que aprender a vivirlas de esta forma. Pero, por lo menos, creo que este año tenemos algo que el año pasado por estas fechas no teníamos y es: esperanza y ganas. 

Básicamente porque a peor ya no puede ir. Esperemos.


Algunos de los lugares mencionados


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